¿Un audiolibro cuenta como lectura?

Escuchar un libro en vez de leerlo sonará a herejía para algunos.
Mi relación con los audiolibros comenzó hace poco por culpa de Klara y el sol, libro que íbamos a discutir en mi club de lectura. Mi situación era preocupante pues cada vez que comenzaba a leerlo me quedaba dormida.
Klara y el sol es un libro que va bastante lento, algo muy característico en la literatura oriental, además está lleno de detalles que no necesariamente tienen que ver con la historia pero que son importantes en la narrativa. El libro le estaba pareciendo conmovedor a mi mente ¡y a mi cuerpo un somnífero!.
Llegó entonces el audiolibro a mi auxilio y me permitió hacer otras cosas como salir a caminar, lavarme los dientes o cocinar mientras avanzaba en la lectura, todo esto sin quedarme dormida y de esta forma disfrutar la lectura.
Gracias al audiolibro terminé Klara y el sol, combiné modalidades de lectura, “la ominicanalidad en la lectura” dirán algunos, disfruté una historia y, aunque no creo que sea mi libro favorito en la vida, ya se de que va (otro día se los reseño).
¿Dónde radica el encanto?
Los audiolibros tienen su encanto. No, no reemplazan el placer y la magia del libro físico, no se pueden subrayar, no los puedes leer con tu propia voz porque te imponen una, pero:
- Permiten salir de atascos en lecturas que queremos conocer pero con las que no logamos avanzar.
- Si tenemos que llevar a cabo operaciones monótonas pues un audiolibro es una excelente compañía.
- Y mi aspecto favorito… los audiolibros y yo nos estamos encontrando en una nueva esfera: la no ficción y los libros empresariales. Estoy conociendo gran parte de la obra de Malcolm Gladwell a través de este formato porque es la clase de libro que quiero leer pero al que no quiero dedicarle mis preciadas noches que son mi momento sagradado para mis lecturas favoritas.
¿Dónde conseguir audiolibros?
En mi caso estoy usando Libby pero existen muchas otras como Audible, Google Books, Storyel, Audiobooks.com y muchas otras. Mi sugerencia es buscar las versiones gratuitas primero y ensayar a ver cuál funciona mejor para cada uno y por supuesto cuál tiene la mejor oferta de acuerdo con las necesidades específicas.
Y en cuanto a la pregunta del principio sobre si un audiolibro cuenta como lectura, no se den tan duro. Lean cómo y cuando quieran. Disfruten sus historias, abran sus mentes con ellas y si una modalidad de lectura logra eso entonces ha cumplido su función. Les dejo los 10 derechos del lector por si no los conocían.
Creo firmemente que muchas personas no leen porque se han impuesto tantos prejuicios sobre la forma correcta de leer y sobre qué leer que han dejado de disfrutarlo. Para mi la lectura es un placer y si no lo encuentro de una forma, lo buscaré de otra (o con otra lectura).
¿Ustedes leen audiolibros?