Mis libros favoritos del año (y mi mayor decepción)

Hace exactamente un año descubrí a la escritora Argentina Claudia Piñeiro con Catedrales, un libro con una narración cautivadora donde un padre, muchos años después del asesinato de su hija, se niega a renunciar a la búsqueda de la verdad y el descubrimiento es desgarrador. Fue flechazo literario.
Me gustó tanto esa historia que comencé 2023 con otro libro de la misma autora Las viudas de los jueves, otro misterio exquisito que sucede en un exclusivo barrio en Argentina, donde todo es perfecto o al menos eso parece (un poco como en Desperate Housewives). En la línea de historias truculentas también leí El Adversario de Emmanuel Carreré y debo decir que me pareció escalofriante, pero una gran lectura pues es precisamente el retrato de un asesino.
En enero de 2022 me topé con uno de los más hermosos libros de literatura colombiana que he leído en mi vida y que de hecho clasifica entre mis tres favoritos de 2022: Antes del Juglar de Jorge Ignacio Garnica editado por Calixta. Es una historia ficticia sobre la creación del acordeón, pero no se imaginan la forma como las letras de esta novela fluyen de la forma más musical, cálida y conmovedora. ¡De verdad creo que este es un libro del que debemos hablar más en Colombia!
Y de Colombia también es mi segunda mejor lectura del año: Cómo maté a mi padre de Sara Jaramillo Klinkert. La autora nos lleva a viajar en el tiempo hasta el día en que mataron a su padre en Medellín y cómo su familia siguió viviendo, a tramacazos y con estos retazos que fueron quedando Sara recompone su dolor. El libro se compone de capítulos cortos, escenas cotidianas, algunas muy duras, otras graciosas, otras conmovedoras. ¡Qué librazo!
De la misma autora de Yo, Titubá, Maryse Condé, leí Corazón que rié, corazón que llora y abrió para mi un nuevo universo de literatura del Caribe. Atrapada, sin poder raspar la superficie de sus padres para verlos en su ser más auténtico, Maryse nos lleva por anécdotas de su niñez en Guadalupe y en Francia, y estas anécdotas construyen un relato magnífico a ratos muy cruel, a ratos para destornillarse de la risa. ¡Y este, es mi tercer libro favorito del año!
Pérdidas de embarazos y matrimonios que sería mejor terminar
Tienes que mirar de Anna Starobinets y El Acontecimiento de Annie Ernaux, Premio nobel de literatura son libros que hablan de pérdidas de embarazos por distintas caminos y con diferentes acercamientos a ellos, uno trata sobre un bebé que no es “viable” y otro sobre un aborto deseado. Ambos me gustaron porque son relatos muy honestos aunque me quedo con tienes que mirar de Anna Starobinets porque es una historia cruda, auténtica donde la falta de empatía parece ser el pan de cada día, pude entender su dolor. La sentí muy real.
Qué hacer con esos pedazos de Piedad Bonnet también fue una buena lectura, que habla del peso de los matrimonios donde ya no se respira aire fresco sino una pesadez insoportable y le esuché decir a la autora algo así como prefiero envejecer rodeada de buenas amigas que con un marido inútil y poco solidario.
Mis favoritos de No ficción
La tierra de los tesoros tristes, de Simón Posada es un gran relato sobre la influencia que han tenido la coca y el oro en la historia de Colombia. Y, como el buen periodista que es, Simón encuentra unas anécdotas y personajes interesantísimos (y dignos de su propio libro) que estaban enterrados en los archivos y que el recompone con su pluma maravillosa. Un libro sobre la Colombia que no sale en los textos escolares.
The Culture Map de Erin Meyer es un libro que recomiendo a quienes trabajan en entornos multiculturales o a quienes simplemente les apasiona el tema de cómo diferentes culturales manejamos el tema de la comunicación, la retroalimentación, el liderazgo, entre otras cosas. Me abrió los ojos en varios aspectos y me hizo entender otros sobre personas con las que trabajo.
The subtle art of not giving a f*uck de Mark Manson es una invitación a entender que todos atravesamos por ala adversidad tarde o temprano y que hay que aprender a manejarla. La invitación del libro es a mirarnos hacia adentro con mucha humildad y transparencia y responsabilizarnos de la vida que tenemos con las cartas buenas y malas que nos repartieron y haciendo lo mejor que podemos con ellas.
El baile de las mujeres sabias de Clarissa Pinkola fue el último libro que leí y despertó en mi una llamita que ahora no quiero apagar y que espero poner en marcha en 2023. Es uno de mis propósitos del nuevo año.
Otros autores que descubrí en 2022
Además de las escritoras que ya les mencioné este año también llegué a Amelie Nothomb y me pareció muy amena de leer sobre todo Estupor y temblores una historia muy ácida sobre una mujer belga que trabaja en una empresa japonesa un tiempo y debe seguir toda clase de códigos culturales, cometiendo un error tras otro.
Delphine de Vegan con Las lealtades y la historia de un hijo de un divorcio me pareció fascinante.
Ottesa Moshfegh también fue una lectura entretenida con Mi año de descanso y relajación que fácilmente es el libro menos relajante del mundo y donde más he querido transportarme a la historia y poder ayudar a esa protagonista, al menos hacerle el almuerzo. Me encantó.
Juliana Castro Varón con Papel sensible logra un libro entrañable y abrazable lleno de pedacitos de alma, van a querer llenarlo de notas y pedazos de ustedes mismos.
Peter Cameron con Algún día este dolor será útil es la historia de un adolescente con depresión que no se aguanta a nadie y que se lee delicioso.
Audiolibros
Llegué a los audiolibros con El tiempo que nos une de Alejandro Palomas, que disfruté enormemente en este formato, es la historia de tres generaciones de mujeres y las cosas que les pasan, los amores, tristezas guardadas, duelos, risas. Me hizo reconciliarme con el autor porque había leído Una madre hace un par de años y me pareció muy regularcito.
Mi decepción del año
Mi opinión es muy impopular porque sé que muchísima gente lo amó pero Klara y el Sol no me cautivó y me aburrió de una forma que no se imaginan.
Bueno creo que se me quedaron varias lecturas por fuera pero el espacio no da para más. En conclusión, un gran año de lecturas que expandieron mi mente y mis mundos posibles.
Ahora cuenten ustedes, ¿Cuáles fueron sus tres mejores lecturas del año?