Hija, no te estoy leyendo un libro.

Te estoy mostrando que un objeto en apariencia simple esconde miles de posibles universos.

Te estoy demostrando que no existe mejor forma de acabar un día que abrazadas compartiendo una historia.

Te estoy abriendo la puerta para que me cuentes lo que te llama la atención y me compartas tus miles de ideas.

Te estoy mostrando que no todo es tan en serio porque juntas nos reímos cuando me equivoco leyendo una palabra.

Te estoy enseñando que hay momentos mágicos y muchas veces son los más simples. Pero son los que luego arman ese laberinto que terminan siendo nuestros recuerdos.

Te estoy pasando una tradición que comenzó mi mamá conmigo.

Te estoy mostrando que en lo predecible de un libro ya leído está la tranquilidad y el sosiego de lo conocido.

No hija, no te estoy leyendo un libro. Te estoy entregando todo mi amor en forma de un abrazo, papel y palabras.

Dulces sueños hijita.

Silvia Ardila, noviembre 17 de 2021

TAMBIÉN TE PUEDE GUSTAR

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más en Infantil