Autor: Amor Towles
De ahora en adelante cuando me pregunten qué personaje de un libro me parece inolvidable hablaré del Conde Alexandr Iiich Rostov, un tipo muy inteligente, con una chispa, un sarcasmo y una creatividad geniales.
Estas cualidades le ayudarán a hacer frente a la condena que han de hacerle los bolcheviques de tener que vivir encerrado en el Hotel Metropol de Moscú por el resto de su vida sin poder asomar ni la nariz por la puerta.
Esto sucede en los años 20 mientras Rusia atraviesa fortísimos cambios y Rostov se salva por un pelo, o más bien por un poema, de ser asesinado y a cambio debe hacer frente al “arresto domiciliario”. Y en esta historia acompañaremos a Rostov durante muchísimos años.
Este libro produce muchas emociones, hace reír, hace llorar, hace sufrir, hace reflexionar, porque nuestro conde analiza todo de una forma muy interesante. Por tan solo dar un ejemplo que se me viene a la mente, su análisis de cómo se comportan las personas mientras les llegan las entradas al pedir en un restaurante es muy bueno y de verdad tienen que leerlo para saber de qué les hablo.
Un caballero en Moscú parece ser también un canto a la amistad y conmueve hasta lo más profundo la forma como este aspecto atraviesa todo el libro con personajes bellísimos como los meseros del hotel, Nina, Anna, Marina y Sofía, quién transforma la vida de este personaje desde su individualismo hasta el amor más desinteresado.
Por otro lado, es bien interesante ver cómo se asoma al Hotel, que es un epicentro de la vida en Moscú, todo lo que sucede mientras en el país e irónicamente, nuestro conde lo ve, lo alcanza a oler y hasta palpar, pero en realidad está a salvo de toda esa agitación.
Un libro cuyas primeras páginas no me parecieron fáciles pero del que luego me enamoré perdidamente y que si entra a mi lista de los que releeré.
El espacio aquí se me queda corto para decirles todo lo que quisiera sobre esta historia pues resulta Moscú es una ciudad muy especial para mi ¿Se animan a leerlo o ya lo hicieron?